La semana pasada, un grupo de mujeres artesanas, salió en una marcha de protesta pacífica, porque la municipalidad de su sector faltó a su palabra de concederles la obra de trabajo en mosaicos como parte de la decoración de la casa cultural comunal de ese sector, donde ellas hace muchos años enseñan este oficio a otras mujeres. Esta obra se estaba proyectando a ser reformada, en cuanto a ambientes (más aulas talleres), nuevos baños, nuevas áreas verdes y sobre todo, decorada con mosaicos, ya que hace 20 años, muchas mujeres han sido formadas en el campo de la artesanía de mosaicos principalmente, entre otras actividades como el tejido de textiles, cultivos de ciertos alimentos, entre otras actividades, denominando a este lugar: ¨Casa Cultural Comunal de Limoncillos.
Según las declaraciones de Sonia, presidente de la ¨Comunidad de Mujeres Artesanas¨, el alcalde Mario Paez Torrico, había prometido en una reunión, dar la obra a estas mujeres como gratificación de los años de servicio en esta casa cultural comunal, más en los documentos de la construcción y remodelado de la obra, configuraban otras entidades.
Cuando la Comunidad de Mujeres Artesanas lo supo, inició su queja formal ante autoridades del municipio de Limoncillos, se iniciaron las investigaciones pertinentes, donde se reveló que la empresa que obtuvo la licitación de toda la reforma del lugar, fue el sobrino del alcalde, dueño de una constructora y una pyme de mosaicos online, no tardó la población en iniciar las movilizaciones junto al grupo de mujeres artesanas.
Definitivamente, este es uno de los muchos casos de nepotismo que existen en el mundo, además de corrupción.
Hasta el día de hoy, las autoridades no han dado solución a este caso, no sería una novedad que estuvieran detrás de todo esto o encubriendo al alcalde. Otro detalle de este de caso es que ya existía un presupuesto definido para este proyecto y en el contrato que se encontró, los montos se veían triplicados, es decir, que además de cometer nepotismo, corrupción se está cometiendo robos. Definitivamente este caso, es uno de los más intensos que ha vivido la población de Limoncillos.